CRÍA DEL CABALLO
El período de gestación de una yegua es de 11 meses, aunque en ocasiones puede durar hasta un año. La reproducción del caballo tiene lugar normalmente cuando este alcanza los 3 años de edad.
Sólo una hora después de nacer, un potro es capaz de ponerse de pie. Al transcurrir 2 horas, ya es capaz de correr.
El potro al nacer debe tomar las primeras leches de las yeguas, llamadas calostros, son sustanciales para su crianza.
el color de los potros no puede deducirse hasta los dos años ya que este va tomando diferentes pelajes.
ALIMENTACIÓN DEL CABALLO
TIPOS
El principal alimento del caballo es el forraje. Existen diferentes clases de forraje como son:
- La paja. Posee mucha fibra pero es poco digestible y con muy poco valor alimenticio.
- La alfalfa. Posee un alto nivel alimenticio.
- El heno. Posee mucha fibra y es más digestible que la paja.
- El ensilado. Es más digestible y esta recomendado para caballos que sufran problemas respiratorios.
Otro tipo de alimento del caballo es el pienso. Existen diferentes clases de pienso como son:
- La cebada. Aporta un alto nivel proteico y energético.
- La avena. Es muy digestible.
- El maíz. Debe suministrarse en copos, cocido y sólo como suplemento para dar energía.
CAPAS O COLOR DEL PELO DEL CABALLO
1. CAPA BLANCA
- Mate
- Amarillo
- Plateado
- Porcelana
- Albino
2. CAPA NEGRA
- Pálido
- Anaranjado
- De guinda
- Vinoso
- Tostado
- Bronceado
HERRAJE
El casco
Está formado de tres partes:
La Pared: Es la zona exterior. Su crecimiento es hacia abajo desde la corona.
La Suela: Parte ligeramente cóncava que cumple la misión de proteger el casco de lesiones. Debemos tener mucho cuidado con ella puesto que es muy delgada.
La Ranilla: Mecanismo amortiguador y antideslizante que facilita que el casco se extienda y contraiga a cada paso. Resulta fundamental mantenerlo en todo momento limpio para evitar problemas en el casco.
Pasos a seguir para ponerle la herradura a un caballo:
1. Preparar la pata del caballo para poner la herradura.
1.1. Quitar cualquier herradura vieja que ya este en el casco del caballo.
1.2. Limpiar la parte inferior del casco.
1.3. Usar un cuchillo para cascos para quitar la suela excesiva de la parte inferior del casco.
1.4. Recorta el exceso de pared del casco con un cuchillo para cascos.
1.5. Usa una escofina para aplanar y nivelar la palma.
2. Colocar la herradura.
2.1. Adecua la herradura al tamaño del casco.
2.2. Si es necesario, haz ajustes menores a la forma de la herradura.
2.3. Asegura la herradura en su lugar con clavos.
2.4. Dobla y retira las puntas de los clavos.
2.5. Asegura el clavo.
2.6. Lima cualquier área áspera en la pared del casco.
2.7. Repite el proceso en el resto de cascos del caballo.
HUESOS DE LOS CABALLOS
Un caballo tiene 205 huesos. Tienen 18 costillas. Su columna vertebral está compuesta por 51 vértebras: 7 cervicales (cuello), 18 torácicas (tórax), 6 lumbares y 15 caudales.
Una diferencia importante entre el esqueleto del caballo y el humano es que los caballos no tienen clavículas, los miembros anteriores (las manos) se unen a la columna mediante músculos, tendones y ligamentos que sujetan las escapulas (espaldas). La columna vertebral del caballo es muy importante, no sólo por la importante función que tiene en formar el esqueleto sino porque además las vértebras protegen un canal en cuyo interior se encuentra la médula espinal, este canal se va haciendo más pequeño conforme más se acerca a la zona de la grupa y cola.
HERIDAS DE LOS CABALLOS
COMO TRATAR LAS HERIDAS DE LOS CABALLOS.
Las heridas se clasifican clínicamente según el grado de contaminación:
- Limpias.
- Limpias-contaminadas.
- Contaminadas.
- Sucias-infectadas.
Las heridas también se clasifican según la causa que las originó:
- Incisiones: Se producen con objetos afilados de metal o cristal, presentan unos bordes separados limpiamente con un trauma mínimo de los tejidos circundantes. Lo más importante de estas heridas es establecer su profundidad y el grado de afección de estructuras más profundas como tendones, ligamentos, nervios o cápsulas articulares.
- Laceraciones traumáticas: son las más comunes en el caballo y suelen estar producidas por alambre de espino, puertas de metal o cualquier objeto afilado y anguloso. Los bordes de la herida suelen ser irregulares y presentan un grado variable de contaminación y trauma de tejidos de alrededor. El lavado de la herida y el desbridamiento son esenciales en el tratamiento de este tipo de heridas.
- Avulsiones: Son laceraciones en las cuales una parte del tejido ha sido arrancado, suelen darse en la caña de las extremidades y en los corvejones. Este tipo de heridas suelen ir acompañadas de un extenso trauma tisular y un daño secundario de tendones y huesos.
- Heridas punzantes: son aquellas causadas por la penetración en los tejidos de objetos afilados como clavos, astillas, etc. En estas heridas es importante valorar la profundidad pues en el exterior presentan un aspecto leve, pero pueden ser de pronóstico reservado ya que vehiculan contaminación a tejidos profundos, pueden afectar a estructuras sinoviales y el pequeño orificio de entrada dificulta el drenaje.
Los cuatro tipos de cierre de heridas son:
- El cierre primario o cicatrización por primera intención: implica la aposición directa de los bordes de la herida dentro de las primeras 6 a 8 horas mediante sutura. Se emplea en heridas frescas, poco contaminadas, que no afecten a estructuras vitales y en heridas de la cabeza y de la región dorsal del cuerpo.
- El cierre primario demorado: implica el cierre de la herida después de las primeras 6-8 horas pero antes de que aparezca el tejido de granulación (antes de 3 o 4 días). Se emplea para heridas muy contaminadas o inflamadas o aquellas que afecten a estructuras articulares. Estas heridas se pueden suturar si se mantienen limpias. En el caso de una herida muy contaminada, se pueden realizar lavados de la misma durante unos días y, una vez limpia, se puede suturar también.
- El cierre secundario: consiste en el cierre de la herida después de que aparezca el tejido de granulación (después de 4 o 5 días). Se utiliza en heridas crónicas con riego sanguíneo comprometido.
- La cicatrización por segunda intención: consiste en el cierre de la herida por contracción de los bordes y epitelización y se usa en heridas amplias o heridas en zonas muy móviles. El objetivo de esta técnica es obtener un tejido de granulación sano que recubra toda la herida, pues previene la infección, promueve la contracción de los bordes y constituye el lecho de deslizamiento de las células epiteliales que recubrirán el defecto. Para que se forme un tejido de granulación adecuado es importante un lavado cuidadoso de la herida y un desbridamiento adecuado que elimine los tejidos desvitalizados.
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